La catedral acoge la misa de funeral por el eterno descanso de Benedicto XVI

Esta mañana, el Arzobispo de Santiago de Compostela, Monseñor Julián Barrio, presidió en la catedral la misa de funeral por el terno descanso del Papa Emérito Benedicto XVI. Junto a él, concelebraron el Obispo Auxiliar, D. Francisco Prieto, y el Arzobispo Emérito de Tánger, D. Santiago Agrelo. Estuvieron presentes miembros del cabildo catedralicio y varios sacerdotes de la diócesis.

En su homilía, Monseñor Barrio hizo semblanza del Papa Emérito, del que recordó su visita apostólica a la ciudad el 6 de noviembre del Año Santo Compostelano de 2010. De él, señaló que «la fidelidad al Señor, la gozosa adhesión a su divina voluntad y una profunda experiencia de fe han sido las características que han definido su existencia como gran intelectual y gran Pastor de la Iglesia. Buscó a Dios en si mismo y se buscó a si mismo en Dios. Nos habló de Dios y ahora habla a Dios de nosotros», añadiendo que «proclamó que Dios no es un rival del hombre, que la religión no dificulta el desarrollo de los dones naturales y que la fe no lucha contra la razón».

Al recordar su visita, afirmó que «la Iglesia en Santiago sabe del afecto y de la cercanía pastoral que Benedicto XVI tuvo y manifestó en su visita pastoral, dejándonos una reflexión serena sobre la peregrinación, Europa y el compromiso cristiano. El tiempo de la prueba en el Papa ha dado paso a la eternidad de la recompensa. Ahora sentimos la necesidad del corazón de agradecerle con nuestro afecto y oración el legado que nos ha dejado».