El Museo de la Catedral celebra su 90º aniversario

En 2018 el Museo de la Catedral de Santiago cumple 90 desde su fundación, una efeméride que servirá para continuar trabajando en la puesta en valor de las colecciones de arte catedralicias, así como los espacio singulares que recorren sus visitas guiadas. Para conmemorar la efeméride, se editará una nueva guía que permitirá recorrer la historia de la basílica jacobea a partir de cincuenta obras maestras expuestas. El Museo fue fundado en 1928, auspiciado por el entonces canónigo fabriquero de la Catedral, Robustiano Sández, que encargó los trabajos de adecuación de diversos espacios situados en el ala occidental del edificio claustral, contiguos a la fachada del Obradoiro, para la exhibición de las colecciones artísticas catedralicias.

En un primer momento se habló de museos catedralicios, englobando en ellos las diferentes colecciones que lo integraban: arqueología, escultura, orfebrería y tapices, principalmente. Esta original estructura, modernizada y adaptada a la nueva museología y museografía, se mantiene en la actualidad en un Museo en el que sus fondos pueden dividirse en dos grandes bloques.

Un primer apartado permite realizar una completa revisión de la historia y arte de la Catedral, desde sus orígenes hasta la actualidad, a través de destacadas piezas que, realizadas en diferentes momentos históricos, fueron quedando desubicadas a partir de los cambios, reformas y modificaciones que la basílica jacobea ha vivido en mil doscientos años de historia.

La segunda parte del Museo se centra en sus colecciones artísticas, procedentes, en su mayoría, de ofrendas, donaciones y legados; auténtica intrahistoria de la Catedral en la que se mezclan reyes, personajes históricos, santos, peregrinos, arzobispos y altos dignatarios de la Iglesia que, cada uno a su manera y en diferentes momentos históricos, han dejado testimonio de su devoción y vinculación con el Sepulcro de Santiago.

Además, la visita al Museo permite acercarse a espacios singulares del conjunto catedralicio, -verdaderas piezas museísticas por sí mismas- que son, a un tiempo, continentes y contenidos del mismo. Con todo ello, el visitante puede viajar en el tiempo y conocer el porqué a partir de un sepulcro se crea una gran Catedral en torno a la cual, a lo largo de los siglos, ha ido creciendo una ciudad y todo un fenómeno jacobeo que, con el Camino de Santiago, han jugado un importante papel en la construcción de la identidad europea y que es, desde 1985, Patrimonio de la Humanidad.

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