Como sucede cada Año Santo Compostelano, la linterna que corona la Torre del Reloj permanece encendida, de manera que se convierte en faro, a modo de guía y señal de la meta del Camino, que es el sepulcro del Apóstol Santiago en la Catedral.
La linterna fue ideada por el arquitecto Domingo de Andrade, como parte de su proyecto para la reformulación barroca de toda la torre, terminada hacia 1680.
La tradición establece que dicha linterna se encendiese durante los años jubilares, algo que ha llegado hasta nuestros días. En la actualidad, son dos focos de tecnología led los que proporcionan luz a la linterna, de manera que puede observarse desde varios kilómetros a la redonda. Dichos focos emiten una luz cálida con temperatura de color de 2.200 K, lo que le da un aspecto semejante a una llama.