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Visitas

Horarios

Basílica – Sepulcro del Apóstol Santiago

Todos los días, de 7:00 h a 21:00 h.

**Acceso por Puerta de Platerías**

Acceso al camarín – Abrazo al Apóstol Santiago

Todos los días, de 8:30 h a 19:30 h.

**Entre las 12:30 h y las 19:30 h, el acceso se realiza por la Puerta de Abades (Praza da Quintana)**

Museo

Lunes a domingo, de 10:00 h a 20:00 h.

Archivo-Biblioteca

Lunes a viernes, de 9:30 h a 13:00 h (investigadores).

Oficina de Acogida al Peregrino (Rúa Carretas, 33)

De 9:00 h a 19:00 h.
 

No se permite el acceso al templo con mochilas por motivos de seguridad.

 

Reservas

Visitas a
>Colección permanente – Claustro – Espacio Sacro Tesoro y Capilla de Reliquias.
>Pazo de Xelmírez – Espacio Maestro Mateo.
>Cubiertas y Torre de la Carraca.
>Pórtico de la Gloria.
>Museo, claustro e iglesia de Santa María de Sar.

Archivo

Visitas guiadas (Códice Calixtino, Tumbo A, Breviario de Miranda)

Planos

La basílica, que tiene forma de cruz latina, se compone de una nave precedida por un nártex y flanqueada por naves laterales que conduce a un transepto abierto a cuatro capillas. La nave principal está cubierta por bóveda de cañón, de origen romano, mientras que las naves laterales están cubiertas por bóvedas de aristas, originarias del periodo románico. La nave central tiene una altura de 22 metros, mientras que los arcos interiores se elevan a 9,50 metros. Las tribunas, ubicadas en la planta alta de la girola, poseen bóvedas de cuarto cañón. El coro con deambulatorio posee cinco capillas radiales. La cabecera consta de una capilla axial, de planta semicircular en su interior.

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CAPILLA DEL CRISTO DE BURGOS

También conocida por el nombre de su fundador, el Arzobispo Pedro Carrillo, que la encargó a Melchor de Velasco entre 1662 y 1664. Tiene planta de cruz griega y está presidida por el crucifijo que le da nombre, que data del siglo XVIII, que se incrusta en el retablo, obra de Bernardo Cabrera y Mateo de Prado. En uno de los laterales se encuentra el sepulcro del Arzobispo fundador, obra de Pedro del Valle.

CAPILLA DE LA COMUNIÓN

En el espacio que ocupaba desde la primera mitad del siglo XV la Capilla de Nuestra Señora del Perdón, vinculada al Arzobispo Lope de Mendoza, se construyó, en 1769, la actual Capilla de la Comunión, patrocinada por el Arzobispo D. Bartolomé Rajoy y Losada, según proyecto arquitectónico de Miguel Ferro Caaveiro. A la capilla se accede a través de un nártex en el que se conserva la hermosa imagen gótica de la Virgen del Perdón. Se trata de una capilla de planta circular en la que ocho grandes columnas sustentan la cúpula en la que se abre un gran óculo que ilumina el espacio.

CAPILLA DE SANTA CATALINA

Situada junto a la puerta de la Azabachería, ocupa la ubicación original del Panteón Real, trasladado en 1536 a la actual Capilla de Reliquias-Panteón Real. Tras sucesivas reformas, el retablo que conserva es de finales del siglo XVIII.

LOS ÓRGANOS

Ocupan la parte alta de los primeros tramos de la nave, sobre el espacio en el que se encontraba el Coro catedralicio. Fueron realizados entre los años 1705-1709 por Miguel de Romay y Antonio Alfonsín, condicionados por premisas y soluciones aportadas por Domingo de Andrade.

CAPILLA DE SAN ANTONIO

Pequeña capilla situada junto a la Puerta de la Azabachería, su retablo es obra de manuel de Leis, de 1729.

CAPILLA DE SAN NICOLÁS

Desde el siglo XVII es vía de tránsito a la Capilla de la Corticela. Se trata de una de las pequeñas capillas absidiales de la catedral románica. Su realización se debe al Maestro Esteban, en 1105 y era la llamada “parroquia de extranjeros”, pues era la primera capilla que los peregrinos se encontraban al acceder al interior de la Catedral. Actualmente pueden apreciarse diferentes elementos arquitectónicos originales.

CAPILLA DE PRIMA

Capilla proyectada por Juan de Álava y realizada, en 1523, por Jácome Fernández, ocupa dos tramos de la catedral románica. Su nombre se debe al de la Cofradía de Clérigos o de Capellanes de Coro, también llamados de la Inmaculada, a quien pertenece la capilla. Es el lugar del enterramiento de Domingo de Andrade. Se destaca su retablo, obra de Simón Rodríguez, presidido por una imagen de la Inmaculada obra de Cornielis de Holanda; y el relieve con el Descendimiento, de Diego de Sande.

CAPILLA DE SAN ANDRÉS

Capilla construida en 1674 siguiendo planes de Vega y Verdugo, su utilización inicial, al tener puerta al exterior, fue como cuarto de guardias. En 1695 pasa a ser Capilla de San Andrés. Su retablo mayor, de 1707, es obra de Fernández Espantoso.

CAPILLA DE «SANCTI SPIRITUS»

Capilla de alargada planta vinculada a la familia Moscoso, cuyas armas coronan la portada, es lugar de varios enterramientos, destacando el del Obispo Moscoso, enmarcado por pinturas murales del siglo XVI representando el “Descendimiento” y asentado sobre piezas trilobuladas relacionadas con el Maestro Mateo. El retablo barroco de la Soledad es el que cerraba el trascoro de la Catedral, retirado en 1945, presidido por una imagen de la Virgen realizada en taller madrileño de 1666.

CAPILLA DE SANTA FÉ

Capilla de planta poligonal con sucesión de arcos de medio punto en cada uno de sus tramos, también se conoce como “de San Bartolomé”, por la fundación establecida en ella por el canónigo Rodríguez de Sotomayor en los primeros años del siglo XVI. Unos años más tarde, el maestrescuela Diego de Castilla, sobrino de Pedro I, que se entierra en un lateral de la capilla en una destacable arquitectura renacentista del Maestro Arnao. El retablo, renacentista, se relaciona con Juan de Álava. Está presidido por la Virgen del Buen Consejo, con Santiago y San Bartolomé a los lados.

CAPILLA MAYOR

Aunque con abundantes modificaciones que se le han ido realizando a lo largo de los siglos, la Capilla Mayor de la Catedral mantiene su estructura románica esencial, condicionada por la ubicación, en la parte inferior, de la Tumba de Santiago Apóstol. En la actualidad la Capilla Mayor está protagonizada por dos elementos principales:-En platal barroco realizado por el salmantino Juan de Figueroa en los años finales del siglo XVII gracias al mecenazgo del Arzobispo Monroy. El conjunto enmarca la imagen pétrea de Santiago Sedente, obra del taller del Maestro Mateo de los primeros años del siglo XIII, revestido con la esclavina de plata, al que los peregrinos y fieles abrazan accediendo por las escaleras situadas en la girola. -El Baldaquino, sustentado por ángeles, es obra de Domingo de Andrade según los deseos de Vega y Verdugo. En el crucero, en el acceso a la Capilla Mayor, se encuentran los púlpitos de bronce, obra de Juan Bautista Celma.

CAPILLA DE LA CORTICELA

Antigua fundación, del siglo IX, originalmente separada de la Catedral y actualmente unida por un corredor del siglo XVIII; la capilla fue reedificada en 1213 en relación con el taller del Maestro Mateo, destacando su portada, presidida por una Epifanía. Sustituyendo a la Capilla de San Nicolás, es la parroquia de extranjeros desde 1527.

CAPILLA DE SAN JUAN

Capilla que, hasta 1917 fue sede parroquial dedicada a San Juan; su estructura románica fue modificada para ampliar la capilla, en su cabecera, en los siglos XVI y XVII. Por ello, entre la bóveda primitiva y la nueva que, con forma de venera, remata la ampliación, se abrió una linterna de formas propias del barroco compostelano, que se atribuye a Simón Rodríguez, enterrado en esta capilla y de quien también debe ser el retablo, en el que se representan escenas de la vida de San Juan y que fue modificado en 1917 con motivo de la colocación en su parte central de la imagen de Santa Susana, nombrada copatrona de la ciudad ese año, obra de Aniceto Marinas.

CAPILLA DE LOS ESPAÑA O DE NUESTRA SEÑORA LA BLANCA

Capilla fundada por Juan de España a finales del siglo XIII, su estructura actual data del siglo XV, manteniendo al citado España como patrono junto a Nuestra Señora la Blanca, imagen barroca realizada por Gregorio Fernández en 1744, que preside el retablo neogótico, de 1906, realizado por Magariños. Sobre el arco de acceso a la capilla se encuentra una de las cruces de consagración de la Catedral, en 1211.

CAPILLA DEL SALVADOR

La capilla central de la girola, en los capiteles de la entrada se pueden leer las inscripciones “Reinando el príncipe Alfonso se construyó esta obra” y “En tiempos del Obispo Diego se comenzó esta obra”, fechadas en el año 1075. El retablo, de piedra policromada es obra de Juan de Álava y data del año 1532, presidiéndolo una imagen gótica del Salvador mostrando sus llagas. Esta capilla, que también recibe el nombre de “del rey de Francia”, era en la que los antiguos peregrinos a Compostela podían confesarse en diferentes idiomas y recibir la Compostela.

PUERTA SANTA O DEL PERDÓN

Abierta en el Siglo XVI en esta ubicación, la Puerta Santa únicamente se abre durante los Años Santos Compostelanos (aquellos en que la festividad de Santiago Apóstol se celebra en domingo). Flanqueada por dos imágenes procedentes del Coro Pétreo del Maestro Mateo, las hojas de bronce se colocaron en el Año Santo 2004, representando escenas de la vida de Santiago y de la peregrinación a Compostela.

CAPILLA DE SAN PEDRO

Capilla que mantiene casi intacta su fábrica medieval, se encuentra situada junto a la Puerta Santa. Lugar de enterramiento de Dª Mencía de Andrade, que se hizo cargo de los gastos de la Capilla en 1571. De esta época destacan las pinturas murales, aparecidas tras una restauración en 1998 y el sepulcro de Dª Mencía, obra de Juan B. Celma. El retablo, de 1731, fue proyectado por Fernando de Casas, con la imagen de la Azucena en su hornacina principal, por lo que esta capilla también recibe este nombre.

CAPILLA DE MONDRAGÓN

Capilla fundada en 1521 por el Canónigo Juan de Mondragón, también es conocida como Capilla de la Piedad o de la Santa Cruz (pues su patronato depende del marquesado de Santa Cruz). Destaca el magnífico retablo que preside la capilla, obra sevillana del borgoñón Miguel Perrín, de 1526, realizado en terracota representando la Lamentación ante Cristo Muerto.

CAPILLA DEL PILAR

Inicialmente concebida como nueva Sacristía de la Catedral, Domingo de Andrade inició su construcción en el espacio que hasta entonces ocupaban la Capilla de San Andrés y la de San Martín o San Fructuoso. Fernando de Casas sustituyó a Andrade en la dirección de las obras en 1711; y dos años después, el Arzobispo Monroy decidió cambiar la Sacristía por la Capilla del Pilar, asumiendo él los costes de las obras. En 1719, cuatro años después de la muerte de Monroy, cuyo enterramiento se encuentra en un lateral, finaliza la construcción de la nueva Capilla, cuya cuidada decoración no finaliza hasta 1723. La capilla destaca por su riqueza ornamental y de materiales, utilizándose mármoles y jaspes; especialmente en su retablo, realizado por Miguel de Romay y presidido por la Aparición de la Virgen del Pilar al Apóstol Santiago, las cajoneras de madera nobles que rodean la capilla y la cúpula octogonal con decoración jacobea y heráldica.

LAUDA DE TEODOMIRO

Obispo de Iria en el momento del descubrimiento de los restos del Apóstol, la lápida de Teodomiro apareció en las excavaciones arqueológicas realizadas en el brazo sur del crucero de la Catedral en el año 1955. La traducción de la inscripción es: “En este túmulo descansa el Siervo de Dios Teodomiro; Obispo de Iria Flavia que falleció en las XIII Calendas de noviembre de la era DCCCLXXXV (20 de octubre de 847).

BAPTISTERIO

Situado en el ángulo sudeste de la planta de la Basílica, se trata de una gran pila prerrománica en la que, según la tradición, abrevó el caballo de Almanzor en 997. Desde hace unos años, sobre el muro sur se ha instalado el Calvario gótico del antiguo trascoro de la Catedral.

Edificio románico de carácter civil anexo a la Catedral que debe su nombre a Diego Gelmírez, primer Arzobispo de Compostela y gran impulsor de su construcción. Es un espléndido conjunto arquitectónico medieval en el que se visitan la Sala de Armas, la Sala Manrique, la Cocina y, especialmente, el Salón de Ceremonias, de grandiosa monumentalidad y bella ornamentación con ménsulas historiadas en las que se representa un banquete real. Actualmente es sede de exposiciones temporales.

El Museo Catedral de Santiago permite al visitante profundizar su conocimiento en la historia y el arte de la Catedral, a través de sus diferentes espacios y las exposiciones temporales que organiza

El Museo alberga la Colección permanente: Una visita a la historia y al arte de la Catedral de Santiago a través de sus mejores piezas artísticas. El visitante puede viajar en el tiempo y conocer cómo a partir de un sepulcro se construye una gran catedral en torno a la cual, a lo largo de los siglos, ha ido creciendo una ciudad y todo un fenómeno jacobeo que, con el Camino de Santiago, ha jugado un importante papel en la construcción de la identidad europea y que es, desde 1985, Patrimonio de la Humanidad.

  • Planta baja: Los orígenes de la Catedral / El Maestro Mateo / El coro pétreo del Maestro Mateo / La construcción de la catedral románica
  • Planta 1ª: El arte en la Catedral en los siglos XIII y XIV / El arte en la Catedral en los siglos XVI, XVII y XVIII / El Apóstol Santiago
  • Planta 2ª: Claustro renacentista / Capilla de las Reliquias / Panteón Real / Tesoro de la Catedral / Biblioteca capitular / Botafumeiro / Sala Capitular
  • Planta 3ª: Colección de artes textiles / Tapices de Rubens / Tapices de Teniers / Tapices de José del Castillo / Tapices de Goya / Balconada al Obradoiro

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CAPILLA DE LAS RELIQUIAS Y PANTEÓN REAL

Espacio abovedado con influencias del gótico burgalés, fue concebido originalmente para el Cabildo; en 1536 pasa a ser Panteón Real al trasladarse allí, desde la actual Capilla de Santa Catalina, los sepulcros reales de la corona leonesa y su familia. Remodelado en los primeros años del siglo XVII, en 1617 se convierte en Capilla de Reliquias presidida por un retablo manierista, de 1630, de Bernardo Cabrera y Gregorio Español que se perdió en un incendio en 1921. El actual retablo fue regalado por la emigración gallega en Cuba y realizado, en madera de cedro, en 1924 por Magariños. En él se exponen algunas de las piezas de orfebrería más significativas del patrimonio catedralicio.

ANTE-TESORO

Vestíbulo con bóvedas nervadas que comunica el interior de la Catedral con la Capilla de Reliquias-Panteón Real, el Tesoro-Capilla de San Fernando y el Claustro. En él se exponen diversas piezas procedentes de ofrendas de peregrinación.

TESORO

Originalmente comunicado con la actual Sacristía, fue “Capilla de las Reliquias” hasta que esta se trasladó, en 1641, a su ubicación actual. Durante el poco más de un siglo que tuvo esta función, las reliquias se encontraban en el Retablo-Caxonada, obra de Cornielles de Holanda que recientemente ha sido recuperado y colocado, en recuerdo de sus orígenes, en uno de los laterales de la Capilla.

El Retablo, ahora musealizado, ha recuperado la función contenedora para la que fue creado, aunque mostrando una selección de piezas del Tesoro catedralicio, pues las que en su día ocuparon sus vitrinas se exhiben, con otras muchas, en el actual retablo de Reliquias. En 1677 este espacio pasó a ser Capilla de San Fernando y se colocó la imagen del Santo, obra de Juan de Seoane, que preside el altar neorrenacentista. En los laterales del altar se hallan el Tríptico que Orense regaló, en 1953, al Cardenal Quiroga Palacios y el capelo cardenalicio y, en el otro lado, el Retablo de alabastro policromado con escenas de la vida de Santiago que, en 1456, regaló el Párroco de Chal, en la Isla de Wight, John Goodyear.

El Tesoro es un espacio rectangular cubierto con bóvedas de crucería asentadas sobre ménsulas. En los lunetos se conservan pinturas murales de 1536, realizadas por Pedro Noble, representando la Ascensión y la Asunción; y en las hornacinas se muestran importantes piezas de la colección de orfebrería de la catedral, como la Custodia Procesional, obra de Antonio de Arfe, o la Esclavina que hasta hace unos años vistió la imagen de Santiago que preside el altar mayor de la Basílica.

SACRISTÍA

A través de una portada plateresca que pertenece al conjunto claustral y se encuentra situada en el brazo suroeste del crucero se accede, en primer lugar al vestíbulo y, a continuación, a la Sacristía. En ambos espacios, de hermosas arquitecturas cubiertas con bóvedas de crucería, se encuentran algunos de los mejores ejemplos de la colección de pintura de la Catedral, con obras de Gregorio Ferro, García de Bouzas, etc.

EL CLAUSTRO

El claustro plateresco es uno de los principales de España, obra de Juan de Álava y de Rodrigo Gil Hontañón, de 1521 a 1559. Actualmente se encuentra incluido en el recorrido del Museo de la Catedral, al igual que varias de sus dependencias anejas, como la Biblioteca, la Sala Capitular o el tesoro y la Capilla de Reliquias.

Depositarios de la historia de la sede compostelana, el Archivo y la Biblioteca de la Catedral albergan documentos y libros de excepcional valor histórico y religioso y se convierte en uno de los centros más importantes en la conservación y conocimiento del patrimonio documental de Galicia y del Camino de Santiago.

El visitante podrá conocer de primera mano sus diferentes estancias y depósitos, y algunas de sus piezas más señaladas (Códice Calixtino, Tumbo A, Breviario de Miranda), así como la historia y el funcionamiento de la institución.

  • Planta baja: Archivo Musical / Otros Depósitos
  • Planta primera: Sala de Pergaminos / Sala López Ferreiro / Sala del Voto / Sala Capitular / Biblioteca Capitular
  • Planta segunda: Recepción / Sala de Investigadores / Dirección / Sala Guerra Campos
  • Planta tercera: Sala de Catalogación Bibliográfica / Biblioteca Jacobea / Sala de Catalogación Archivística

El Rey Fernando II encarga, en 1168, al Maestro Mateo, la terminación de las obras de la Catedral compostelana, comprendiendo la construcción de los últimos tramos de las naves y el cierre occidental de la Basílica, para lo cual Mateo debe salvar el importante desnivel del terreno, lo que hace mediante la construcción de la Cripta del Pórtico; así como el Coro Pétreo que ocupaba los primeros tramos de la nave mayor.

El Maestro Mateo, conjugando influencias francesas, italianas e hispanas, concibe el cierre occidental de la Catedral con un pórtico de granito policromado que, por sus características estilísticas, apunta a la transición al arte gótico: el Pórtico de la Gloria, obra cumbre del arte hispánico de su época. Según la inscripción que figura en ellos, los dinteles del Pórtico fueron colocados por el Maestro Mateo el día 1 de abril 1188. En el Pórtico se desarrolla todo un programa iconográfico inspirado en el Apocalipsis, que ilustraría, de forma práctica y comprensible, a los fieles que acudieron a la Catedral.

Las fachadas de la Catedral son la puerta de entrada de un tesoro arquitectónico, ejemplo de la huella de los distintos estilos artísticos y ofrecen al visitante la primera impresión de todo lo que podrá disfrutar en el conjunto catedralicio.

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FACHADA DEL OBRADOIRO

La fachada occidental de la Catedral medieval ha llegado a nuestros días a través de los dibujos realizados por Vega y Verdugo. En el siglo XVI se hacen las primeras reformas de la fachada y en los primeros años del XVII, Ginés Martínez hace la escalera renacentista por la que se accede a la Catedral. En tiempos de Vega y Verdugo, en la segunda mitad del XVII se acometen diversas intervenciones en la fachada y en las torres, aunque no será hasta 1738 cuando Fernando de Casas derribe la antigua fachada e inicie la construcción de la actual, caracterizada por sus grandes vanos y una gran riqueza decorativa e iconográfica, en la que participarían importantes artistas compostelanos de la época; enmarcada por las torres de las Campanas y de la Carraca, adquiriendo una estampa universalmente conocida.

FACHADA DE LA AZABACHERÍA

Sustituyendo a la medieval Fachada del Paraíso, o Francígena, derribada en 1758, la de la Azabachería, proyectada por Lucas Ferro Caaveiro, se termina, por su discípulo Domingo Lois Monteagudo, en 1769, en estilo Neoclásico, aunque mantiene algunas fórmulas barrocas. Con la destrucción de la antigua fachada, algunas de sus obras se trasladaron a la de Platerías y otras se conservan en el Museo de la Catedral. Al mismo tiempo que se construyó la nueva fachada, se reorganizó todo el espacio de la actual Plaza de la Inmaculada, con la fachada del Monasterio de San Martín Pinario y el nuevo Palacio Episcopal

CABECERA

La Cabecera de la Catedral románica era una sucesión de capillas y puertas con apariencia irregular y asimétrica. Por ello, con la finalidad de ornamentar la cabecera y estructurar el espacio circundante, el Canónigo Vega y Verdugo proyecta un cierre para la Cabecera, trabajos que se prolongaron hasta el siglo XVIII. El resultado es un cierre ornamental de piedra, tras el que se encuentra buena parte de la estructura original, organizado en tres lienzos en los que se abren igual numero de puertas: la Puerta Real, la Puerta Santa y la de los Abades.

FACHADA DE LAS PLATERÍAS

En el extremo sur del Crucero, se trata de la única fachada románica que queda de la Catedral, manteniendo su arquitectura original sin apenas transformaciones, a excepción de la incorporación de relieves procedentes de otras partes de la Catedral y la construcción a los lados de la Torre del Reloj y de la Fachada del Tesoro. Entre la sucesión de escenas que se representan en sus relieves, caben destacarse las correspondientes a la Vida de Cristo, ubicadas en los tímpanos: Epifanía, Flagelación, Coronación de Espinas, etc. en el del lado derecho y en el izquierdo, se narran las Tentaciones de Jesús en el desierto.

Las diferencias entre los relieves indican la participación de distintos autores y la posibilidad de que se incorporaran a la fachada después del incendio de la Catedral de 1117. También destacan las escenas, colocadas sin orden aparente, del friso y de los extremos de la fachada. Algunas de estas obras proceden de la antigua Fachada del Paraíso (Norte), destruida en 1758. Santiago entre Cipreses, la Reprensión de Adán y Eva y, sobre todo, la imagen de David, del Maestro de Platerías, son algunas de las escenas más destacadas. Junto a la Fachada de Platerías se levanta la Torre del Reloj, concebida en el siglo XIV con carácter defensivo; sobre su base levantó Domingo de Andrade, en el barroco, la esbelta torre que alberga el reloj y las campanas.