La Sala de Gramáticos del Palacio de Gelmírez acoge la presentación de la Figura masculina mutilada, fragmento de escultura hallado en el curso de trabajos arqueológicos en la parte baja de la Torre de las Campanas.
La presentación de la pieza se circunscribe en el programa Descubriendo la Catedral a través del que la Fundación Catedral de Santiago canaliza, desde el pasado mes de julio, coincidiendo con la inauguración de la exposición Maestro Mateo, todas las acciones de estudio, divulgación y comunicación relacionadas con el patrimonio cultural de la Catedral compostelana.
Como lugar de celebración de la presentación se ha elegido, también, un espacio prácticamente desconocido para el público, que hasta la fecha ha estado abierto en contadas ocasiones, la llamada Sala de Gramáticos, en la zona del patio del Palacio de Gelmírez, en su planta baja. Se trataría del único vestigio arquitectónico que se conserva de la Schola Grammaticorum, impulsada por el Arzobispo Gelmírez en un cuerpo de su palacio para la instrucción de los canónigos compostelanos y donde, entre otras cosas, se encontraría el Scriptorium compostelano en el cual, entre otras obras, se realizaría el Códice Calixtino. Esta área del Palacio se comunicaba con el contiguo interior de la Catedral por una puerta abierta en su lado norte.
El 10 de noviembre de 2016, mientras se abría un muro en la cámara situada en la parte baja de la torre de las Campanas de la Catedral, para poder retirar la imagen del Maestro Mateo descubierta unos días antes enterrada en la misma zona, al retirar los sillares que formaban el muro, se encontró, empotrada en el mismo y reutilizada como material constructivo por su reverso, un fragmento de una figura masculina.
La pieza, por sus características formales, se adscribe al llamado Maestro de los Paños Mojados, enigmático artista o taller activo en la catedral compostelana hacia el año 1170, coetáneo, por tanto, de los primeros momentos de desarrollo del proyecto del Maestro Mateo. En el Museo Catedral se conservan otras tres piezas atribuidas al mismo autor o taller –pues las diferencias entre ellas hace que puedan tratarse de diferente manos o, también, al simple cambio de formato, tema e iconografía de las piezas-; entre todas ellas, no obstante, hay un nexo común marcado por el trabajo de los pliegues y el tratamiento de las vestiduras, de clara influencia clásica y que tienen su paralelo más inmediato en trabajos borgoñones contemporáneos.
En la Cripta del Pórtico de la Gloria, en una de las claves del transepto, así como en algunos de sus capiteles, aparecen también las características señaladas, muy distintas del trabajo mateano con el que comparten espacio. Ello sirve para diferenciar ambas manos y, al tiempo, para relacionar al Maestro de los paños mojados con la decoración escultórica de la Cripta del Pórtico, a la que podrían haber pertenecido, también, las citadas piezas del Museo y este nuevo hallazgo. El hecho de que, la mayor parte de las piezas atribuidas al referido Maestro se hayan encontrado en el entorno del Pórtico, parece confirmar esta posibilidad; si bien queda mucho por conocer sobre esa figura y su obra.
Tras su hallazgo, la pieza ha sido sometida a una profunda limpieza de los morteros que tenía adheridos, trabajo que ha corrido a cargo del departamento de restauración de la Fundación Catedral. De este modo, se ha preparado la obra para que pueda formar parte, a partir del próximo mes de octubre, de la exposición El poder del pasado. 150 años de arqueología en España que, con motivo del 150 aniversario de la fundación del Museo Arqueológico Nacional (MAN), han organizado el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y Acción Cultural Española (AC/E), y que se podrá ver en el MAN hasta marzo de 2018.
En esta exposición, cuyo objetivo principal es presentar un análisis de la historia de la arqueología española a través de 150 objetos seleccionados –verdaderos iconos del tiempo- procedentes de distintos museos e instituciones de toda España; la figura del Maestro de los Paños Mojados, será el hallazgo más reciente de la misma y servirá para cerrar su discurso expositivo, buena prueba de la importancia arqueológica e histórico-artística de la pieza y de la significación de los trabajos de recuperación patrimonial que se llevan a cabo dentro del programa Descubriendo la Catedral.
Tras su presentación, la pieza quedará expuesta al público en la Sala de Gramáticos del Palacio de Gelmírez hasta el día 11 de septiembre en que viajará a Madrid para su montaje en la citada exposición. Tras su clausura, se expondrá, de forma permanente en la salas del Museo Catedral de Santiago que, en 2018, cumplirá el 90 aniversario de su fundación.