La Catedral de Santiago acoge estos días la llamada Cruz de Lampedusa, realizada con los restos de embarcaciones de migrantes, naufragadas en las costas de esta isla italiana. Esta cruz fue bendecida por el Papa, en abril de 2014, y desde entonces recorre todas las diócesis del mundo, con el objetivo de llamar la atención sobre el drama de la emigración, a la vez que quiere ser símbolo de paz y solidaridad entre los pueblos y razas del mundo.