Uno de los grandes tesoros artísticos de la catedral compostelana es su colección de tapices y artes textiles, conformada por algunas de las piezas más importantes del patrimonio cultural catedralicio. Parte de esta colección se expone de forma permanente en las llamadas Salas de la balconada, situadas en la última planta del Museo, en la galería del edificio claustral que se asoma a la plaza del Obradoiro ofreciendo una de las mejores vistas de la ciudad de Santiago.
En los últimos meses, la Fundación Catedral ha llevado a cabo un proyecto de renovación de la instalación eléctrica y la iluminación de estas salas, contando para ello con la colaboración económica de la Xunta de Galicia a través del convenio suscrito con la Axencia de Turismo de Galicia y el INEGA, organismo dependiente de la Consellería de Economía, Emprego e Industria. El proyecto, que ha supuesto una inversión próxima a los 60.000 € ha sido desarrollado por las empresas Lumiled renovables y Erco.
De este modo, las cinco salas del Museo Catedral destinadas a la exposición permanente de la colección de tapices y artes textiles, ha pasado a contar con un sistema de iluminación adecuado a la mejor exhibición de las obras y a su conservación, pues se trata de piezas muy delicadas y que necesitan unas especiales condiciones para su iluminación. Se ha renovado toda la instalación eléctrica, reforzándose los sistemas de control y seguridad; y se han instalado nuevos proyectores led, regulables en intensidad y con diferentes ópticas adecuadas a cada caso concreto, permitiendo una óptima contemplación de una de las colecciones más importantes de Europa. Además, esta nueva instalación permite una mayor eficiencia energética que se corresponde con la responsabilidad social adquirida por la Fundación Catedral en todas las obras que lleva a cabo en la basílica compostelana.
La colección de tapices de la catedral está compuesta por más de cien piezas, comprendidas entre los siglos XVI y XVIII y organizadas en diferentes series según su época y procedencia. Procede del gran legado realizado a la catedral, tras su muerte en 1814, del canónigo ilustrado Pedro Acuña y Malvar, quien ocupó importantes cargos políticos en las cortes de los reyes Carlos III y Carlos IV. Los paños más antiguos fueron tejidos en los mejores talleres flamencos de los siglos XVI y XVII, según cartones de artistas como Rubens o Jordaens. Por su parte, el segundo gran bloque se la colección se corresponde con las primeras fases de actividad de la Real Fábrica de Tapices, con piezas según pinturas de David Teniers II, José del Castillo, Zacarías González y, sobre todo, Francisco de Goya, a quien se dedica monográficamente una de las salas del Museo.
Completan la colección una buena serie de colgaduras bordadas barrocas y de vestiduras y ornamentos litúrgicos, con piezas de los siglos XVI a XIX; así como algunas obras únicas de gran valor histórico artístico, caso de los tejidos medievales procedentes del Relicario de Santa Susana y del llamado Gallardete de Lepanto, ofrenda al apóstol Santiago de D. Juan de Austria tras la victoria de la Santa Liga en dicha batalla, que tuvo lugar en 1571.