Los distintos elementos que conforman el altar y rejas de plata de la Capilla Mayor de la Catedral de Santiago de Compostela, ahora en proceso de restauración, se encuentran ubicados en el lugar más sagrado y emblemático de la basílica, impregnado de una fuerte carga místico religiosa desde sus orígenes. Se disponen directamente sobre el altar y frente a la capilla mayor, bajo el que se localiza la cripta que contiene los restos del Apóstol Santiago y de sus dos discípulos, Atanasio y Teodoro. El retablo es uno de los mayores altares metálicos del arte cristiano, enmarca y ensalza la figura del Apóstol y y recubre el camarín donde se encuentra en su trono, también de plata, la imagen de Santiago ubicada en ese lugar por el Maestro Mateo. El conjunto se compone de varios elementos, entre los que hay que destacar, por la riqueza y preciosismo en su decoración, el Sagrario, firmado y fechado por el platero salmantino Juan de Figueroa, en 1701. De alto valor artístico son el resto de elementos, como las gradas, el frontal de altar o la silla del apóstol. Están realizados en plata y plata sobredorada, montados sobre alma de madera. Objeto de la intervención, son también las rejas laterales, obra de Ángel y Jacobo Piedra, fechadas el año 1765, con balaustres de plata de considerable grosor, montados sobre bastidores de hierro, y crestería de plata relevada.
El tratamiento de restauración-conservación que se está acometiendo dentro de las actuaciones contempladas en el convenio de colaboración, suscrito el 23 de septiembre de 2015, entre la Consellería de Cultura y la Fundación Catedral de Santiago para el desenvolvimiento y ejecución de las intervenciones de conservación y restauración contempladas en el Plan Director de la Catedral; y que está realizado por la empresa TRACER Restauración y Conservación S.L., tiene como finalidad estabilizar el conjunto y aplicar los tratamientos de conservación restauración que permitan recuperar la visión de esta importante y singular obra argéntea. Muchas de las piezas han sido desmontadas para su optimo tratamiento, lo que ha permitido conocer interesantes detalles constructivos y ornamentales.
El proceso restaurador se basa en una amplia documentación, durante la fase de estudio previo se han realizado estudios técnico científicos para conocer las características y composición de los materiales utilizados y definir su proceso patológico, apoyado en una exhaustiva documentación fotográfica, continuada durante la fase de trabajo y un levantamiento en 3D, que sirve de base para la toma de datos en obra.
El proceso de limpieza del metal por medios mecánico físicos y con tecnología láser, está recuperando el característico brillo de la plata y descubriendo detalles técnicos y artísticos de incuestionable valor.
El tratamiento de conservación restauración conlleva el afianzamiento y sujeción de piezas inestables, aprovechando los remaches y sistemas de anclaje originales, o mediante reproducciones puntuales de piezas perdidas.
La restauración se fundamenta en rigurosos criterios de actuación, con el máximo respeto al original, basado en la mínima intervención imprescindible, para recuperar esta imponente obra de orfebrería, teniendo en consideración sus valores cultuales y litúrgicos.
El tratamiento de conservación restauración está siendo llevado a cabo por un cualificado equipo de restauradores, con el apoyo de otros profesionales especializados. Su finalización esta prevista en el mes de noviembre de 2020.