
Como parte del proyecto de rehabilitación de la capilla del Cristo de Burgos, en las última semanas se está procediendo a recuperar las policromías originales de los cuatro escudos del Arzobispo Carrillo que decoran las pechinas de la cúpula, y que estaban profusamente decorados. Pedro Carrillo y Acuña fue Arzobispo de Compostela entre 1655 y 1667, de origen burgalés, mandó levantar una capilla dedicada al Crucificado que se venera en la catedral de Burgos. Como parte de la decoración de la capilla mandó colocar su escudo familiar en las pechinas de la cúpula, tal y como se recoge en la escritura fundacional, fechada a 9 de diciembre de 1664: “… he edificado a fundamento una capilla en la Santa Apostólica Iglesia de Señor Santiago con invocación del Santo Cristo de Burgos… la cual fábrica es de cantería labrada con su portada, media naranja, algunos escudos de mis armas y un altar principal (…)».