La Orden de Santiago, ante la situación actual producida por la evolución del coronavirus COVID-19, quiere presentar al conjunto de la sociedad española el siguiente comunicado:

En estos momentos, el Planeta se enfrenta, por desgracia, a un enemigo cuasi invisible que azota los sistemas sanitarios y socioeconómicos de todos y cada uno de los rincones de la geografía. En escasos días, la humanidad ha pasado de preocuparse por unos temas a ocuparse plenamente en la contención del virus. A la par, la crisis que está viviendo el mundo está poniendo en cuestión algunos de los principios aparentemente inalterables sobre los que descansaba la civilización occidental y al mismo tiempo nos está llevando a recordar algunos de los elementos y principios esenciales que nunca debimos perder.

Nos encontramos, por consiguiente, ante una situación novedosa para nosotros y, además muy compleja, más aun si cabe todavía ante las incertidumbres que vislumbramos. Pero como católicos y como españoles, y bajo los fines que a la Orden de Santiago se le encomiendan, queremos hacer un llamamiento a practicar las obras de la caridad, incluida, por supuesto, la de rezar por el prójimo, por aquellos que se han ido, por los enfermos y sus familiares, y por la pronta recuperación del orden.

Por esto mismo, manifestamos nuestra más sincera gratitud a Su Majestad el Rey por Su discurso del pasado 19 de marzo, del mismo modo una profunda gratitud y reconocimiento a todos y cada uno de los sanitarios, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, transportistas y a todos los demás trabajadores, que en estas condiciones trabajan sin descanso, con valentía y profesionalidad, para frenar la pandemia. Estas condiciones tan graves de pandemia, obligan a todos y a cada uno de los españoles a ocuparse no únicamente por sí, sino por todos, de ahí que de nuevo el concepto del bien común vuelve a tomar toda su fuerza y esplendor.

Del mismo modo, no podemos dejar de hacer una mención especial, hacia aquellos españoles que deseosos por ayudar, utilizan sus capacidades, el ingenio y las nuevas tecnologías para auxiliar material o espiritualmente a la sociedad. Nos referimos, obviamente también, a los voluntarios que ayudan a las personas más necesitadas y a los cientos de eclesiásticos que en unas condiciones en ocasiones penosas, dan un aliento espiritual en unos momentos en los que muchos estamos inquietos.

Y como no puede ser de otra manera, la Orden de Santiago también quiere mirar al mundo, en especial a la órbita hispanoamericana con la que tantos y estrechos lazos nos unen. A ellas, a todos ellas, les mandamos un sincero y afectuoso abrazo de hermandad a la espera de que en esas naciones se sufra lo menos posible.

Queremos finalmente hacer un llamamiento de unidad al pueblo español. Ese pueblo que con una empresa común sabe perfectamente liderar cualquier designio. Ese pueblo que tantas glorias y primicias mundiales ha logrado. Confiemos plenamente, volquemos el corazón en la esperanza, para que con el esfuerzo de todos y cada uno de los españoles y por la gracia de Dios nuestro Señor, la protección de Nuestra Madre Inmaculada y la intercesión de nuestro Patrón, el Apóstol Santiago, junto a nuestro Beato Narciso Estenaga, finalice más pronto que tarde esta agobiante situación y podamos recuperar los principios y esencias que tan fuerte y transcendental hicieron a nuestra querida España.

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