El arzobispo monseñor Julián Barrio presidió hoy la Eucaristía en el Catedral compostelana durante la que se impuso la ceniza a los fieles, para dar así comienzo al tiempo litúrgico de la Cuaresma.
En su homilía el arzobispo invitó a los diocesanos a “entrar en nosotros mismos y ver donde nos encontramos”. Tras recordar que “el carnaval es tiempo de caretas, disfraces, ficción” y que “ahora toca quitar los maquillajes”, mons. Barrio señaló que “no podemos vivir en paz con el prójimo sino vivimos en paz con Dios” y que “los medios para nuestra conversión son oración, limosna y ayuno”, como señas de identidad de este periodo que conduce a la Pascua.
“En Cuaresma nos preparamos para la celebración de la Pascua, núcleo de la fe cristiana, conscientes de que para el cristiano la vida es Cristo”, indicó el prelado compostelano. Y recordó también que “Es necesario entrar en nosotros mismos y ver donde nos encontramos, intensificar nuestra oración, y mantenernos en actitud de vigilancia y de fidelidad”.
Terminó la homilía con estas palabras: “rasguémonos los corazones para que podamos vernos como somos, y para que la indiferencia no nos deje paralizados a la hora de hacer el bien. Encaminémonos hacia la Pascua, acompañados por el apóstol Santiago, el patriarca San José y nuestra Madre la Virgen María”.